Los envíos internacionales siempre pasan por aduana. Las autoridades deben validar la documentación y revisar el contenido físico, lo que puede afectar el tiempo de entrega.
1. Recolección, verificación y documentación
Todo comienza con la recolección del paquete en la dirección de origen. Luego se traslada a un almacén donde se verifica el peso, medidas y empaque. En esta etapa se genera la documentación necesaria para exportación, como facturas, declaración de contenido y datos del destinatario.
2. Envío aéreo y tránsito internacional
Una vez verificada y documentada, la carga se realiza y se traslada al aeropuerto para su envío al país de destino. Esta parte del trayecto depende de la disponibilidad de vuelos, condiciones climáticas o saturación logística.
3. Aduana e importación: el punto más crítico
Al llegar al país destino, el paquete entra en el proceso de despacho aduanal, donde se revisa toda la documentación y el contenido. Aquí pueden generarse retrasos si:
- Falta información o hay errores en los documentos.
- El paquete requiere pago de impuestos no cubiertos previamente.
- El contenido está restringido o necesita inspección adicional.
4. Entrega final al destinatario
Una vez que el paquete es liberado por la aduana, se entrega a la paquetería local para la última milla, es decir, la entrega al domicilio del destinatario.
Recomendaciones para evitar retrasos
- Revisar restricciones del país destino.
- Declarar el contenido con claridad y valor real.
- Asegurarte de incluir toda la documentación.
- Consultar si el envío genera impuestos.
- Consultar si el contenido entra dentro de los artículos prohibidos.
- Responder rápidamente a cualquier solicitud de documentación adicional por parte de la aduana.
- Mantenerte en contacto con tu proveedor logístico y seguir el rastreo de tu envío.